Me levanto un sábado, a las 9 de la mañana, me pongo los zapatos y me dirijo al armario de los instrumentos.
Cojo mi trompeta de estudio, que, en esta ocasión, es la que me hace salir a la calle; ya que tengo clase de trompeta y más tarde una serie de ensayos.
Abro la puerta de mi casa, bajo las escaleras y salgo a la calle.
Izquierda.
La reja de la tienda de zapatos de al lado de mi casa está cerrada.
Pasa un coche blanco por mi lado.
Otra vez izquierda.
El pilón de piedra de siempre, se encuentra en la esquina de siempre, con el mismo color y textura de siempre.
Acera blanca y roja.
Puerta negra.
Ventanas con verjas negras y un seat ibiza gris.
Cañería; y más ventanas con rejas negras.
A la derecha siguen habiendo coches. Miro los tres primeros, grises, aparcados y sin nadie en su interior.
A mi izquierda una puerta de madera.
Bajo un escalón, y de frente una puerta negra.
Baja una señora mayor, la abuela de mi vecino.
Y a la derecha un coche rojo.
A mi izquierda puedo ver las ventanas de la asociación para gente discapacitada de Castalla “Despertar”. Las persianas están levantadas, habrá gente dentro.
Sigo caminando, y ya me encuentro con la fachada norte de el local de ensayos de la banda Santa Cecília de Castalla, de color anaranjado.
Paso el murete, y…
¿Un remolque aparcado en una plaza para motos? ¡Qué raro!
Me acerco intrigada, pero el propietario no está.
Me intereso. Es de color verde, y tiene una especie de enganche para el tractor o el coche. Tiene forma básicamente rectangular y con un hueco en su interior. Parece estar hecho de chapa y tiene como unas verjas para evitar que se salga el material que se cargue en el interior.
Dos ruedas, una a cada lado, con llantas naranjas. No es demasiado grande, lo que me hace suponer que será para transporte, o recolecta personal.
Por la parte detrás consta de una puerta abatible, cerrada con dos pestillos.
Es simétrico, y tiene una cuerda colgando de un lado.
Dos triángulos para señalizar, y un cajón con tapa de madera.
Se puede abrir: dos botellas vacías, un cable, un guante naranja, una lona y una cuerda.
Me encanta la música, como a algunos de mis compañeros, Jose Manuel y Jose Álvaro entre otros. Llego a clase por la mañana, tocamos, ensayamos, comemos y se me hace de noche sin darme cuenta.
Es hora de irme.
Miro por la ventana, el remolque sigue aparcado. Hoy no lo ha utilizado. Es sábado, estará de vacaciones.
Vuelvo a mi casa, ya ha acabado la misión por hoy.