martes, 22 de mayo de 2012

Cena romántica


Otra propuesta para la huerta murciana por parte de Lleva't l'@ fue una cena romántica en el mirador de las aves.
Durante el recorrido por la mota del río, encontramos una oportunidad que quisimos aprovechar: una apertura entre las cañas al río con un pequeño espacio suficiente para colocar la mesa.
La mesa, en una situación muy íntima entre cañas y con la apertura que dejaba ver la lámpara púrpura flotante, era nuestro contexto físico aprovechable en aquella noche que queríamos convertir en mágica.
Una vez teníamos la situación, nos faltaba diseñar el sistema de servicio durante la noche, que para no quitar intimidad al lugar, lo dejaríamos en manos de unas camareras a distancia.
Colocamos una estructura a base de cañas de bambú, que recordaba a la tomatera de la huerta, escondida entre las cañas, en la que el voladizo final pasaba por encima de la mesa, haciendo llegar la cena hasta los invitados.
Las camareras, en la otra parte del voladizo, escondidas, tirarían de una cuerda a modo tendedero, en el que, por ejemplo, el vino, enganchado a ella y a unas guías metálicas recorrería las cañas para ser inclinado mediante otro hilo sujeto arriba de la estructura, y de este modo, poder servirlo.


También había que tener en cuenta la elegancia que requiere el hecho de ser una cena romántica, cosa que crearía un contraste mágico con el lugar tan natural e incluso salvaje en el que estaba colocado.
Un mantel blanco, con la vajilla y cubertería elegante, y un centro aún más, fueron nuestras herramientas para conseguirlo.




domingo, 20 de mayo de 2012

Contexto huertano

En la siguiente imagen podemos ver nuestro contexto en la huerta dibujado en una serie de plantas, formando una especie de "perspectiva cónica" que nos permite hacer un zoom de acuerdo al nivel de detalle que queremos que aparezca.
En la primera planta, la más pequeña, aparece el contexto físico-natural que nos encontramos en la huerta, la parcela de Jose Tomás con la "llave de la realidad que nos interesa" representada, la vegetación que puede hacer de pantalla para el sonido. Superponiendo este contexto con nuestra aportación, encontraremos el lugar idóneo para colocar a nuestros particulares músicos.
Después de describir esta situación inicial, situamos una segunda planta, un zoom a la acción.
Aquí podemos ver como la orquesta dist-sonante se irá desplazando desde el punto inicial escogido (el que nos aporte el matiz más piano posible) hasta el punto final, donde nuestros invitados podrán oír claramente la melodía interpretada. El ritmo de avance irá marcado por unos golpes en los árboles que darán dos personas a cada segundo, empezará de manera muy tenue de manera que no se integre y no se note cuando los golptes sean más fuertes para ser oídos por todos los músicos.
Nuestros invitados, durmiendo en la cabaña, irán escuchando la melodía con un crescendo continuo que desembocará en un diminuendo hasta desaparecer, hecho que provocará un agradecido despertar en nuestros huéspedes.
Por último, hemos querido dibujar también el registro de nuestra acción, que constará de unas cámaras en lo alto de la cabaña grabando el movimiento de la orquesta y el sonido a la vez. El movimiento, una vez recogido, lo reconstruiremos en una imagen mediante huellas, sabiendo exactamente la distancia recorrida en cada paso por la limitación de éstos con una cuerda en los pies.